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miércoles, 27 de julio de 2011

LEYENDAS URBANAS

LA FOTO FANTASMALICA:
¿Sienten a veces cómo qué los ojos de las fotos te siguen a dónde vas? Bueno, léan esto.
New York, Estados Unidos, un jovén de 13 años llamado Mark, vivía feliz, era afortunado, y todo eso, Mark tenía su cuarto lleno de sus fotos, para recórdarse lo lindo que era... Un día, su hermano menor Jake (De 11 años) sintió celos hacía Mark, y decidió lo peor: Torturarlo y matarlo. Ideó todo desde un comienzo, y secuestró a Mark. Cuándo estaban en la guarida, por así decirlo, Jake comienza a torturar a su hermano, y, sabiéndo lo que estába logrando, agarro una cámara, y le saco una foto a su hermano, ensangrentado, y agonizante....Luego, decidió matarlo, y lo hizo. Jake, a escondidas, reveló la foto de Mark torturado, y la colgó en su cuarto. A la noche, Jake oye susurros que dicen: Muerto soy más lindo, aunqué no lo debíste hacer... Se levantó resaltado una noche, encendió la luz, y la foto de Mark torturado era diferente: Mark ahora lucía unos ojos rojos, y miraba enojadamente a su hermano, le seguía con la mirada... Jake, corriendo se fue al baño, meditó, abrío una puertilla, saco unas pastillas para calmarse, y en el espejo, con sangre vió:
Jake, Jake... Te estaré siguiendo a dónde vayas...
Pegó un grito tán fuerte, y se fue a su cuarto. Ahora la foto de Mark lo miraba, pero con una sonrisa malévola... Jake, cómo estaba tan asustado, se fue a la segura... Agarró un cuchillo, se lo clavó en el pecho, pero antes, se cortó el rostro y se saco una foto. Ahí siguen, los dos hermanos, en un marco, mirando a todos..











LOS FANTASMAS DEL PANTEÓN:
Hubo una vez dos chicos que deseaban contar una buena historia de terror. Como no encontraban nada que contar se les ocurrió la idea de internarse en el panteón.Así lo hicieron durante la madrugada para que nadie los viera. Esperaron durante un rato a ver lo que pasaba. Como nada sucedía se les ocurrió la loca idea de empezar a excavar con herramienta que encontraron en un lugar en el que se veía la tierra suelta. Aunque era obvio que se trataba de una lápida reciente su juventud los motivó a continuar con su locura.
Como empezaban a hacer demasiado ruido los vecinos se percataron del inusual ruido, alarmados agarraron sus machetes, escopetas y piedras y buscaron sigilosamente el sitio de donde provenían aquellos extraños ruidos. En la oscuridad se escuchó una voz gritando: Ahí! Y se les fueron encima pensando que eran dos fantasmas malditos. Los apedrearon, los acuchillaron, los machetearon... Hubo mucho ruido y barullo en aquel cementerio aquella noche. Dos disparos de escopeta acabaron con todo el bullicio. Volandoles la tapa de los sesos a cada fantasma. Solo al día siguiente se dieron cuenta de que no eran fantasmas sino gente ociosa a la que habían dado muerte. Aunque hubo detenidos de esos hechos a nadie se le pudo culpar directamente porque la gente del pueblo aseguraba que esos chicos eran profanadores de tumbas. Cuentan que a los chicos se les ve desde entonces atemorizando y profanando las tumbas de los nuevos difuntos de esa población, de los cuales sus restos aparecen desmembrados y esparcidos por el cementerio con una extraña nota en sus cuerpos: "En donde están nuestros sesos?"